Era un lunes como otro cualquiera. Tú revisabas tu cuenta bancaria, probablemente con la esperanza de que algún error contable te hiciera millonario sin darte cuenta. Pero mientras tú tratabas de decidir si te daba para café con leche o solo con agua, en Silicon Valley ya se había cerrado otra ronda millonaria para la criptomoneda favorita de los ricos que no miran el precio de los aguacates: Worldcoin.
La escena es siempre la misma, ellos invierten, tú te informas,…, pero como siempre tarde. Pero esta historia, amigo lector, merece ser contada como lo que es, una epopeya donde tu iris vale más que tu misma opinión.
Todo comenzó cuando Sam Altman, el CEO de OpenAI y probablemente el único que puede ganarle un debate a ChatGPT, tuvo una revelación:
"¿Y si le damos a cada persona una cripto,…, a cambio de su iris?"
Boom. Nació Worldcoin, una mezcla entre proyecto tecnológico, experimento sociológico y distopía dulce al estilo Silicon Valley. La idea es sencilla y bastante preocupante, escaneas tu ojo con un aparatito llamado Orb, y a cambio recibes tokens. Sí, como una galleta por portarte bien, pero versión blockchain.
Pero claro, Silicon Valley no tardó ni tres cafés en lanzarse de cabeza.
Porque podría ser que estén invirtiendo como si no hubiera un mañana en Worldcoin:
- Criptomoneda (ya hype).
- Biometría (suena a control del futuro).
- Sam Altman (el nuevo Steve Jobs, pero con más IA y menos cuello alto).
- Narrativa de inclusión financiera (siempre queda bien decir que es “para todos”).
Todo eso junto es como una paella de buzzwords para los fondos de inversión de Silicon Valley. Si puedes decir “IA”, “blockchain”, “identidad global” y “te regalamos tokens por tu retina” en una misma frase, el dinero llega solo.
Mientras tú sigues verificando tu cuenta en Binance con una foto desenfocada de tu DNI, las ballenas están jugando en otra liga y mientras ellos salen a cazar,..., tú no estás invitado.
¿Quiénes son estas elegantes criaturas cripto-marinas?
- a16z (Andreessen Horowitz): si el no está invirtiendo en algo, probablemente no vale la pena.
- Founders Fund (Peter Thiel): otro que juega con tokens como si fueran canicas cósmicas.
- Bain Capital Crypto, Paradigm, Multicoin, el club de los ricos al que ni con membresía premium entras.
Ellos no compran tokens en exchanges como tú, no. Ellos los compran en rondas privadas, con descuentos, acceso anticipado y champán de por medio.
Tú te enteras por Twitter. Ellos, por el creador del proyecto, en una cena.
Los tokens de Worldcoin no salen mágicamente de una vending machine.
Las ballenas se surten de:
- Rondas de financiación privadas: si tienes menos de 10 millones, ni te molestes.
- Acuerdos con el equipo fundador: acceso VIP, porque claro, ellos no rellenan formularios como tú.
- Estrategias de liquidez planificadas a cinco años vista, mientras tú decides si vender cuando suba un 3%.
El ecosistema está diseñado para ellos, no para ti. Tú participas después y Ellos ganan.
No son solo fondos de inversión. El festín incluye a algunas de las corporaciones más poderosas del planeta:
- Microsoft, que siempre tiene un pie en todo lo que huela a datos personales.
- Coinbase, que ve en Worldcoin un listado jugoso y mediático.
- Circle (USDC) y otros actores financieros que buscan identidad verificable para sus plataformas.
- BlackRock, porque si algo se puede tokenizar… allí están.
¿Y tú? Tú tienes un Excel con dos pestañas: una para tus gastos y otra con tus esperanzas.
Mientras todo este ecosistema florece como campo de tulipanes blockchain, tú recibes otra clase de información:
“Las criptomonedas son inestables”.
“Mucho ojo con los fraudes”.
“No inviertas si no entiendes”.
Qué curioso. Justo cuando el dinero institucional entra por la puerta, tú recibes un folleto sobre los riesgos.
Eso sí, nadie te explica por qué los que más saben, los que más tienen y los que más poder acumulan están apostando por este mercado como si se jugara el futuro en ello.
Spoiler: porque probablemente ellos si saben juegar.
¿Qué podría salir mal? Todo, nada, depende de si estás dentro o fuera del sistema. Que ventajas podría existir en Worldcoin:
✅ Una posible identidad digital global.
✅ Ingreso básico universal tokenizado.
✅ Participación en una red de pagos del futuro.
Pero también existe el lado contrario, sus desventajas:
❌ Tus datos oculares en una red que jura ser segura.
❌ Centralización camuflada de descentralización.
❌ Riesgo de convertirte, literalmente, en el producto.
Epílogo: Silicon Valley juega ajedrez, tú lanzas dados.
Worldcoin es más que una criptomoneda, ya que es una narrativa perfectamente diseñada para atraer inversión, controlar identidad y construir el próximo sistema financiero.
Mientras Silicon Valley invierte sin miedo, a ti te siguen recomendando que “compres oro” o “ahorres a plazo fijo”.
Y cuando llegue la revolución digital real, tú estarás en la cola como siempre,..., con la fotocopia del DNI en la mano y sin tokens en el bolsillo.
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Al menos que el sistema te dé un bono por tu curiosidad, ¿no?