Lee Jae-myung, líder político surcoreano, mira por la ventana de su oficina mientras bebe un té de ginseng con cara de “tengo un plan brillante que cambiará el país… o lo arruinará dramáticamente”.
"La Cripto del Amor: ₩ Versión Beta"
Corea del Sur ha decidido ponerse seria con esto de las criptomonedas. Pero no hablamos de los oppa del metaverso vendiendo NFTs con forma de ramen. No. Hablamos de una criptomoneda nacional, legítima, con sello oficial del Gobierno y todo.
Y al frente de esta Lee Jae-myung, el político que un día promete justicia social y al siguiente lanza una moneda digital como quien lanza un k-drama de 80 episodios.
“Si el capitalismo nos falló, tal vez el blockchain nos ame”, susurra mientras mira un gráfico en velas japonesas.
¿Pero qué es lo pretende Corea del Su, con esta moneda digital?
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Controlar la economía digital sin perder el K-dramatismo.
Una moneda nacional digital permitiría al gobierno supervisar, regular y fiscalizar las transacciones sin tener que fingir que entiende cómo funciona Binance. -
Evitar la evasión fiscal estilo telenovela.
Nada de protagonistas que esconden fortunas en criptos mientras lloran por un amor perdido. Ahora todo se rastrea. Todo se controla. Hasta los pagos del ramen. -
Competir con China sin perder la compostura.
Porque si los chinos ya están con su yuan digital, Corea no va a quedarse como el secundario que solo llora en el fondo del capítulo. Corea quiere protagonismo cripto.
¿Qué podría conseguir Corea del Sur con esto?
- Modernización del sistema financiero. Adiós billetes, hola QR en cada puesto de kimchi.
- Inclusión financiera. Hasta la abuelita del campo podría tener su wallet digital, aunque siga diciendo que eso del Bitcoin es brujería.
- Eficiencia fiscal. El Estado sabría exactamente quién gasta qué, cuándo y en qué,…, lo cual es útil, pero también suena a episodio de “Black Mirror: K-Pop Edition”.
¿Y si esta criptomoneda nacional no es solo un experimento?
¿Y si es el preludio a reemplazar completamente al won coreano con su versión digital? Algo que parece que puede pasar en Europa.
Porque seamos honestos. ¿Quién quiere seguir imprimiendo papel moneda cuando puede emitir tokens en segundos? ¿Y si el futuro del won es más digital que el peinado de un idol (Army) de BTS?
Pero atención,.., si esto realmente pasa, podríamos estar ante el primer drama real donde el banco central se convierte en un exchange y el FMI aparece como el villano con traje occidental.
Ventajas para el pueblo o no. Veamos tendríamos pagos más rápidos que un plot twist en un k-drama. Y por supuesto con menos comisiones que en tu wallet actual. Pero tendrás que dar un control estatal de fraudes y de tu dinero... ¡ups!.
Desventajas, advertencia,..., vienen lágrimas. Ya que tendrás Menos privacidad que un protagonista sin camiseta. El gobierno podría congelarte los fondos si no le gusta tu playlist. Si te hackean la wallet, ni tu ex te va a ayudar.
La moneda digital de Corea del Sur no es solo una política financiera, es un drama completo con potencial para convertirse en serie internacional. Lee Jae-Myung quiere ser el director de esta telenovela blockchain, donde cada transacción es un acto y cada usuario, un actor secundario con saldo limitado.