Frente Occidental, 2025.
Las campanas de guerra suenan de nuevo en el campo de batalla financiero. En el bando azul oscuro, el BBVA, con su artillería pesada y su obsesión por tomar el fortín del Banco Sabadell. En el lado contrario, Sabadell, el resistente banco catalán, parapetado tras una inesperada línea Maginot hecha de acciones al alza, un dividendo jugoso y un accionista mayoritario que acaba de sacar del bolsillo un 3,7% de pólvora listo para negociar.
Capítulo I: La CNMC, el “General Vigilante”
Como un buen conflicto de alta intensidad, no podía faltar el árbitro metido hasta el fondo en la contienda. La CNMC ya ha montado su puesto de control, parece ser que ha preparado con BBVA un sistema de vigilancia para los siete compromisos que deben cumplirse si la OPA prospera. Dichos compromisos incluyen desde no comerse la competencia en ciertas regiones hasta mantener la “atención al cliente” esa cosa tan mística que nadie sabe bien cómo medir.
Para la OPA, este “compliance perpetuo” es como tener a un comisario político detrás del tanque y no dentro, puede garantizar que no te pases de listo, pero también puede hacerte perder tiempo y gasolina.
Capítulo II: El Gobierno, la carta que puede cambiar la partida
Mientras tanto, en el centro de mando del Gobierno, los estrategas políticos observan el tablero. Si el Ejecutivo decide entrar en juego ya sea bloqueando, retrasando o condicionando la OPA, el asalto del BBVA podría atascarse en un pantano burocrático. Porque, como todos sabemos, nada mata más rápido una ofensiva financiera que la “trinchera regulatoria”.
Capítulo III: BBVA ajusta sus cañones o su precio de OPA
En los últimos días, BBVA ha comenzado a recalibrar su oferta, ajustando el precio para compensar el dividendo del Sabadell. Traducción de esto... “nos está saliendo caro esto de querer conquistar a alguien que se revaloriza mientras tanto”. El verdadero problema es que el Sabadell no está en modo rendición, sus acciones suben, los inversores huelen sangre… y ahora hasta su mayor accionista parece dispuesto a vender ese 3,7% al mejor postor, probablemente al BBVA, pero solo si el cheque tiene más ceros de los esperados.
Capítulo IV: ¿OPA, victoria pírrica o rendición?
Si BBVA logra su objetivo, los clientes de ambas entidades podrían verse ante una integración lenta, con comisiones “armonizadas”, reestructuración de oficinas y ese clásico “mejoraremos la experiencia del cliente” que suele significar: prepárate para cambiar de app y aprenderte otra contraseña. Pero si fracasa, el BBVA quedará con menos credibilidad en el frente de fusiones y Sabadell, reforzado, podría verse catapultado a un nuevo estatus, atrayendo aún más capital de grandes fondos.
Capítulo V: Acciones y mercado – la munición del conflicto
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Sabadell: Sus acciones han subido más de un 40% desde que empezó la contienda. Buena noticia si eres accionista por supuesto, mala si eres BBVA y cada día que pasa te cuesta más el objetivo.
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BBVA: Ha resistido con un +12%, pero el mercado ya empieza a preguntarse “¿cuánto más puede aguantar la ofensiva sin vaciar la caja?”.
Capítulo VI: El 3,7% del accionista mayoritario ¿bala de plata o pólvora mojada?
El rumor de que el mayor accionista de Sabadell prepara su 3,7% para vender a BBVA podría ser el movimiento que incline la balanza. Positivo hacia el BBVA quien gana músculo accionarial. Negativo, si lo paga demasiado caro, estará firmando su propia rendición financiera.
¿Invertir o esperar a que caiga el polvo?
El conflicto sigue abierto y con él, la volatilidad. Si BBVA logra la OPA, Sabadell podría dispararse aún más antes de integrarse. Si falla, Sabadell seguirá fuerte, pero BBVA podría resentirse. Los grandes inversores lo saben, por eso están actuando con sigilo, compran, pero sin enseñar demasiado sus cartas.
En esta guerra, como en todas, el que gana no siempre es el que dispara más, sino el que sabe cuándo dejar de disparar.
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En la gráfica podemos apreciar la trayectoria acumulada desde el anuncio de la OPA hasta hoy 27/08/2025:
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Banco Sabadell celebra con su bandera en alto: cotización actual de 3,40 €, reflejando una revalorización aproximada del +80 %, impulsada por el reparto de dividendos y la venta de su filial británica (TSB)
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BBVA avanza de forma más contenida, con una cotización actual cercana a los 16,25 €, lo que supone un crecimiento estimado del +32 % en el mismo periodo
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Esta diferencia en comportamiento refleja que Sabadell ha sido el valor líder del IBEX 35 en este periodo, mientras que el BBVA ha tenido un avance más moderado.
Parece ser que el Sabadell sube como obús en guerra, mientras BBVA avanza con cautela. ¿Continuará la operación, se replegará o entrará el Estado para imponer condiciones? Aquí los gráficos hablan por sí mismos: éstos son los resultados y el terreno de juego está marcado.