Hace mucho tiempo, en una galaxia no muy lejana…
La Guerra Comercial Intergaláctica entre los Imperios de Donald Trump y Xi Ping parecía no tener fin. Arancel tras arancel, represalia tras represalia, la galaxia económica se sumía en la desesperación y el caos. Pero entonces, ocurrió lo impensable…
En un sorprendente giro narrativo digno de George Lucas, los altos mandos imperiales acordaron lo que ellos llaman una “pausa estratégica” y lo que el resto del universo llama “respiro para no hundirnos del todo”.
Sí, has leído bien, parce ser que no es fake y es una tregua de 90 días sin nuevos aranceles entre EEUU y China, lo que en lenguaje galáctico significa: “Paremos la guerra un momento, que se nos quema el rancho económico.”
Los resultados económicos, versión “no apta para inversionistas nerviosos”
Reino Trump (Estados Unidos)
• Empresas tecnológicas. Están más tensas que un sable láser a punto de explotar. Apple y Tesla aún lloran mientras calculan cuánto les cuesta ahora fabricar cosas con chips chinos.
• Agricultura. Los rebeldes del maíz y la soya están en huelga silenciosa. China dejó de comprar y ahora todo huele a legumbre acumulada.
• Consumo interno: Suben los precios, baja la paciencia. Si compras un televisor hoy, te entregan uno más pequeño… y roto.
República Popular (China)
• Exportaciones. Se desaceleran como el Halcón Milenario sin hiperimpulsor.
• Inversión extranjera. Empresas buscan otros planetas como Vietnam, para producir cosas sin que les caigan misiles arancelarios.
• Consumo interno. Aunque tienen el Plan B, C y D, como siempre, la ralentización económica ya se nota.
La Bolsa, esa criatura volátil que vive en todas las cantinas de Tatooine, ha reaccionado como un droide sin actualizaciones.
Cuando se anunció la tregua, boom, todo subió como si el Imperio hubiera sido derrotado. Dos días después, pum, todo volvió a bajar porque, sorpresa, ¡nadie cree que duren los 90 días sin peleas!
Nuestro amado Trump no podía dejar pasar esta tregua sin recordarnos su genialidad:
> “Este acuerdo de pausa es una gran victoria para América. Ganamos sin disparar un solo láser.”
Claro, Donald. Solo arrasaste con la estabilidad global, los precios del acero y los emojis de Wall Street.
Xi, por su parte, sigue jugando al ajedrez cósmico:
> “Hemos acordado negociar con respeto mutuo.” Traducción Jedi: “Te aguantamos 90 días. Después, seguimos arrasando.”
Mientras Trump grita desde el púlpito imperial, Xi bebe té de jazmín mirando cómo los mercados hacen Tai Chi inverso.
La tregua es real, bueno por ahora, aunque claro el daño ya está hecho:
• El comercio internacional está más herido que un stormtrooper sin casco.
• Las empresas sufren, los consumidores pagan más y los inversores ya ni fingen optimismo.
La Fuerza del Comercio Justo está desequilibrada. Y aunque han guardado los sables por 90 días, todos sabemos que la batalla final se avecina.