El Imperio de los Aranceles ha regresado. Tras un breve tratado de paz con tan sólo 90 días, los fuegos comerciales entre Estados Unidos y China han vuelto a arder más intensamente que el sable láser de Darth Vader con insomnio.
El bloqueo del hiperespacio ¡las mercancías no llegan! Durante años, los Estados Unidos disfrutaron de una relación "cómodamente desigual" con China. Así que tú fabricas barato, yo consumo como si el mañana no existiera.
Pero el nuevo episodio ha cambiado el guión. Los aranceles impuestos por EEUU a productos chinos, como si fueran impuestos al Lado Oscuro, han causado una reducción drástica en las importaciones. ¿El resultado? Los supermercados gringos parecen ahora más vacíos que el alma de un banquero.
Productos electrónicos, sorpresa, más caros. Juguetes, con escasez en las estanterías , así que lo sentimos, Grogu "Baby Yoda" de plástico.
Herramientas y piezas, desaparecidas como los Jedi. Y los precios de todo, subiendo más rápido que el Halcón Milenario con mucha prisa.
¿Y cómo reacciona el planeta Estados Unidos?
La economía estadounidense no está feliz.
Menos productos = menor oferta = precios más altos. Y si creías que la inflación ya era una molestia, ahora viene con sable doble.
Supermercados suben precios como si fueran NFTs en 2021.
El consumidor medio tú, yo y la tía que compra en Costco, ve cómo su bolsillo se encoge más que R2-D2 en modo ahorro.
Los pequeños negocios que dependen de insumos importados… están llorando en la ducha.
La Bolsa, ese drama galáctico en el Wall Street está más nerviosa que C-3PO en una fiesta Ewok.
Las empresas con cadenas de suministro chinas como tech, retail, automotriz, sufren cierta caída. Podemos ver al S&P 500 baila con altibajos más intensos que los efectos especiales de una pelea Sith.
Y los inversores… bueno, algunos están sacando su dinero más rápido que Han Solo en una deuda con Jabba.
¡Y en un rincón de la galaxia… las criptomonedas!
En medio del caos, las criptomonedas se presentan como esa rebelión desorganizada que igual te puede salvar… o explotar en la cara. El Bitcoin y amigos se fortalecen como activos alternativos ante la desconfianza del mercado tradicional.
Los más paranoicos huyen del dólar hacia las stablecoins.
Pero ojo, ya que la volatilidad sigue ahí, acechando como el Emperador en la sombra.
Pero qué sucede en China, en el otro lado de la Fuerza. No creas que el Imperio del Dragón se ha quedado de brazos cruzados. Estos también impusieron aranceles a productos estadounidenses.
Pero estos están buscando nuevos aliados comerciales en Asia, África y hasta en la Estrella de la Muerte si hace falta.
Su economía sufre, sí, menos exportaciones, menos empleo en sectores industriales, más presión sobre su moneda.
Pero están invirtiendo más en tecnología nacional, energía interna, y sí… en criptomonedas estatales.
¿Conclusión? La Guerra Comercial no tiene ganadores… sólo supervivientes
Ambos bandos están recibiendo daños. Los consumidores pagan más, las empresas sufren, las bolsas tiemblan y las criptos bailan el limbo. Y todo porque dos superpotencias decidieron jugar al ajedrez… con lanzallamas.