Imagínate que eres un banco en España, con corbata, oficinas, ventanillas y todo el ritual. Has visto cómo otros bancos grandes intentan tragarse a los medianos para ganar músculo y tú dices: “Oye, no vaya a ser que mañana alguien venga por mi cola de turistas financieros”. Pues eso es lo que parece que ha pasado, tras el fallido intento de BBVA por adquirir Banco Sabadell, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido que la ley de OPAs debe revisarse. Y bancos como Bankinter están ahí mirando, asentando cabeza y quizá afilando cuchillos.
¿Por qué se revisa la ley de OPAs ahora? Pues porque el “desenlace fatal” del BBVA-Sabadell evidenció que la normativa tenía grietas más grandes que las que tiene el asfalto de algunas carreteras.
Por ejemplo, la definición de “precio equitativo” en una segunda OPA, errores de redacción, ambigüedades… Todo eso ha hecho que la CNMV diga “oye, vamos a poner orden antes de que vuelva a venir otro oso bancario a comerse a alguien”.
Podemos ver entre líneas lo que esta revisión podrá ayudar:
✅ Defensa para los bancos medianos: si la ley se endurece, un banco grande tendrá más barreras para lanzarse a absorciones sin garantías claras. Eso da oxígeno a entidades como Bankinter.
✅ Mayor transparencia para accionistas: más claridad en OPAs significa que los que tienen acciones sabrán mejor lo que están firmando.
❌ Más regulaciones = más papeleo , ojo, que todo cambio normativo puede encarecer o alargar las operaciones. Y ese coste podrías acabar pagándolo tú, si tú.
❌ Menor velocidad en fusiones: si las reglas se vuelven más duras, los procesos de OPA se alargarán. Lo cual puede dejar bancos parados en medio del litigio y tú con tus papeletas en la mano, sin saber a donde ir.
Pero para ti, que no eres banco pero tienes cuenta, hipoteca o ahorros. Podría ser que tu banco local sobreviva mejor si no lo engulle un gigante absorbente. Pero también puede que suban comisiones o se cierre sucursales porque los bancos tendrán menos fusiones fáciles y deberán “racionalizar costes”. Además, más regulaciones bancarias pueden llevar a que las innovaciones financieras se demoren, lo que significa que seguirás usando apps con diseño de 2010.
¿Qué podría suceder en el futuro?
Ley de OPAs revisada: definición de precio más clara, plazos más estrictos, obligaciones más pesadas para el banco comprador.
Las grandes entidades podrían buscar otros caminos de crecimiento que no dependan de comerse unas a otras.
Los bancos medianos podrían repensar su estrategia, crecer orgánicamente, aliarse, pero menos fusiones agresivas.
Y tú, lector, podrías ver un sistema bancario más fragmentado, quizás más competitivo… o quizá más caro en coste de mantenimiento.
Tras el episodio BBVA-Sabadell, el escenario bancario español ha decidido que es hora de cambiar las reglas del juego. Bankinter y otros no lo han gritado en la plaza, pero seguro que lo escribieron en la libreta. Y tú, mientras tanto, estás en la grada, con palomitas, viendo qué ficha se mueve.
Porque al final, el dinero que tenemos, las entidades que elegimos y las reglas con las que jugamos… pueden cambiar. Y si cambian para bien o para mal… bueno, eso ya lo veremos.
