Hace unos meses, China, sí, ese país que produce desde satélites hasta encendedores con linterna y radio, decidió prohibir la minería de criptomonedas. ¿La razón oficial? Preocupación por el medio ambiente. ¿La razón real? Bueno... imaginate que tus ciudadanos están haciendo millones en cripto sin pasar por caja del Estado. ¿Qué harías vos? Exacto.
Porque claro, un país que estaba recaudando millones en impuestos cripto no va a dejar de hacerlo así como así. Esto no es un documental de National Geographic: es geopolítica con mineros de Ethereum.
Contaminación, el comodín favorito. Como no podían salir a decir “nos estamos perdiendo una montaña de plata”, se agarraron del comodín de siempre: el cambio climático. Que el consumo eléctrico, que el CO₂, que las centrales a carbón, que la energía nuclear...
Y uno ahí sentado pensando “¿Y las energías renovables, señores? ¿Se las comió el panda?” ¿Qué pasó con la solar, la eólica, la hidráulica, la undimotriz,..., sí, existe, o ¿la geotermal? Parece que usar eso para minería no entra en el guion dramático del gobierno.
Mientras tanto, empresas privadas y hasta granjas en Islandia ya lo están haciendo. Pero bueno, a veces es más fácil apagar todo que modernizar algo. Total, la propaganda hace el resto.
¿Y ahora qué? China prohibió la minería, los mineros se mudaron, con sus máquinas, sus tokens y su Wi-Fi y el país ahora tiene menos consumo eléctrico… pero también menos impuestos. Un win–lose disfrazado de victoria moral.
Eso sí: si alguien cree que China va a quedarse sin meter mano en cripto... que revise su conexión a Internet. Porque una cosa es prohibir algo, y otra muy distinta es no estar ganando en silencio.
Y hablando de ganar...
Si todavía no tenés cuenta en Coinbase, esa plataforma tan simple que hasta tu tía puede usar (y probablemente lo hace), te dejo este enlace mágico:
Te regalan 8,43 € cuando ingresás 84,29 €.
Ideal para comenzar a invertir en criptomonedas sin tener que minar desde el sótano como si fueras un villano de James Bond.
China apagó las máquinas, el mundo se mudó a otro servidor, y las criptomonedas siguen vivas, coleando y generando titulares.
La minería no murió, solo se fue a un lugar con menos reglas y más paneles solares.
¿Querés que convierta este texto en un carrusel para Instagram o en una imagen para post de blog? También puedo adaptar el contenido para SEO más técnico si lo vas a posicionar en Google. ¿Te interesa?